EEUU bombardea el Caribe y derriba narcolanchas en el Pacífico
El Pentágono ha confirmado la muerte de seis personas después de bombardear dos embarcaciones en aguas internacionales del océano Pacífico. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, indicó que estos ataques fueron ordenados por el presidente Donald Trump y forman parte de una operación contra el narcotráfico que comenzó en septiembre.
En un mensaje publicado en la red social X, Hegseth explicó que los “ataques cinéticos” del domingo apuntaron a “dos embarcaciones operadas por organizaciones designadas como terroristas.” Según él, estas lanchas eran conocidas por los servicios de inteligencia norteamericanos por su conexión con el contrabando de narcóticos, ya que estaban cargadas de estos productos y navegaban por una ruta de tráfico en la zona oriental del Pacífico.
El funcionario no detalló el lugar exacto de los bombardeos, pero afirmó que “ambos ataques ocurrieron en aguas internacionales.” Confirmó que había tres personas a bordo de cada embarcación y que todas fallecieron. Además, Hegseth enfatizó que las fuerzas estadounidenses no sufrieron bajas. “Bajo la presidencia de Trump se protege a la patria y se mata a los terroristas de los cárteles que desean dañar al país y a su pueblo,” agregó.
Críticas de la ONU y preocupaciones sobre el derecho internacional
La ONU ha expresado su preocupación por estas operaciones, señalando que no hay “ninguna justificación legal” para los ataques, ya que “ninguno de los individuos en los barcos atacados representaba una amenaza inminente.” La organización internacional exigió una investigación “rápida, independiente y transparente” para determinar posibles violaciones al Derecho Internacional.
Desde septiembre, Estados Unidos ha ejecutado al menos 16 ataques similares en el Pacífico y el Caribe, resultando en más de 60 muertes. Estas acciones son parte de una amplia operación antinarcóticos que la Administración Trump lleva adelante, a pesar de las reiteradas solicitudes de la ONU para que se suspendan los bombardeos, que califican como “violadores del derecho internacional.”
El ataque reciente subraya la decisión de Washington de persistir en su ofensiva marítima, a pesar de las denuncias globales que describen estas acciones como ejecuciones extrajudiciales bajo el pretexto de combatir el narcotráfico.